Algo ha cambiado en mí últimamente, hace tiempo cuando me sentaba a ver una película, iba casi siempre en busca de una obra maestra, estudiaba la película minuciosamente… Su guión, su dirección, sus actores, su montaje, su música, etc. En pocas palabras era de un exigente inaguantable. Con el paso de los años todo aquello se ha ido como alejando de mi y ahora simplemente lo que busco cuando me siento a ver una película es que me haga feliz… Así de sencillo.
Es lo que me ha pasado con esta película, me atrajo su actriz Emma Thompson a la que admiro desde hace años, junto a ella trabaja también Dustin Hoffman así que me gusto el poder ver juntos a estos dos grandes actores y me dispuse a verla sin haber leído información alguna sobre esta película.
Su historia es sencilla, Harvey (Dustin Hoffman) es un compositor americano de música para publicidad en horas bajas, su jefe le insinúa que su trabajo pende de un hilo. Harvey marcha a Londres el fin de semana para poder asistir a la boda de su hija, prometiendo a su jefe estar el lunes de vuelta a Nueva York. Cuando llega a Londres se encuentra con la sorpresa de que su hija ha decidido que sea su padrastro y no él quien le acompañe al altar. El decepcionado Harvey intenta disimular su disgusto y abandona la boda antes del banquete con la esperanza de llegar al aeropuerto a tiempo de coger el siguiente vuelo, pero un embotellamiento se lo impide. Cuando telefonea a su jefe para explicárselo, Harvey se ve despedido al instante. Completamente abatido decide ahogar sus penas en el bar del aeropuerto donde comienza una conversación con Kate (Emma Thompson), una londinense cuarentona cuya vida social se limita a humillantes citas a ciegas y a interminables conversaciones telefónicas con su madre. Harvey se siente atraído por su inteligencia y manera de ser, entre los dos habrá una atracción que hará que sus tristes vidas cambien para siempre.
Es lo que me ha pasado con esta película, me atrajo su actriz Emma Thompson a la que admiro desde hace años, junto a ella trabaja también Dustin Hoffman así que me gusto el poder ver juntos a estos dos grandes actores y me dispuse a verla sin haber leído información alguna sobre esta película.
Su historia es sencilla, Harvey (Dustin Hoffman) es un compositor americano de música para publicidad en horas bajas, su jefe le insinúa que su trabajo pende de un hilo. Harvey marcha a Londres el fin de semana para poder asistir a la boda de su hija, prometiendo a su jefe estar el lunes de vuelta a Nueva York. Cuando llega a Londres se encuentra con la sorpresa de que su hija ha decidido que sea su padrastro y no él quien le acompañe al altar. El decepcionado Harvey intenta disimular su disgusto y abandona la boda antes del banquete con la esperanza de llegar al aeropuerto a tiempo de coger el siguiente vuelo, pero un embotellamiento se lo impide. Cuando telefonea a su jefe para explicárselo, Harvey se ve despedido al instante. Completamente abatido decide ahogar sus penas en el bar del aeropuerto donde comienza una conversación con Kate (Emma Thompson), una londinense cuarentona cuya vida social se limita a humillantes citas a ciegas y a interminables conversaciones telefónicas con su madre. Harvey se siente atraído por su inteligencia y manera de ser, entre los dos habrá una atracción que hará que sus tristes vidas cambien para siempre.
Una historia sencilla, la de dos personas maduras y solas que se encuentran cuando menos se lo esperan. Una bella historia de amor, sin locuras pasiones y escenas de sexo, sino de tiernos diálogos entre ellos, de miradas cómplices teniendo de fondo a la señorial ciudad de Londres.
Durante hora y media estuve junto a Harvey y Katie, paseando junto a ellos por Londres, viendo como sus vidas cambiaban, como el amor entraba en sus vidas, un amor que ellos creían que nunca sentirían. Durante ese tiempo se me olvido cualquier preocupación que me rondaba por mi cabeza. Una sencilla historia de amor y dos grandes actores me hicieron feliz… Así de sencillo.
Durante hora y media estuve junto a Harvey y Katie, paseando junto a ellos por Londres, viendo como sus vidas cambiaban, como el amor entraba en sus vidas, un amor que ellos creían que nunca sentirían. Durante ese tiempo se me olvido cualquier preocupación que me rondaba por mi cabeza. Una sencilla historia de amor y dos grandes actores me hicieron feliz… Así de sencillo.